dilluns, 25 de març del 2019

Gatito o empotrador?





Gatito:

Ella llega pensando que le iría bien un buen masaje, relajarse, gozar un rato y desconectar.
Entra, él está tumbado, como casi siempre, en el sofá, en pijama.
Se acerca, le besa, el beso de él es discreto, ella acaricia su cabeza, con eso le dice todo, estoy cansado, pero si quieres, ahí suavecito, uno rápido, que no da tiempo de nada, dos caricias, un misionero, que ha estado todo el día sentado en la oficina y está agotado.
Pierde parte de las ganas, con su poca predisposición. Siempre con pereza. Hoy no toca!
Ni se levanta, ahí mismo. Acaba pensando qué hace para cenar y que no fue buena idea, lo mismo de siempre.
Gatito. Literal.
Te ha gustado?
Que va a responder? Sonríe ligeramente, va a la ducha y en dos minutos escucha que está roncando.

Empotrador:

Llega, pensando que le iría bien un buen masaje, relajarse, gozar un rato y desconectar.
Entra, está en pié, envuelto en una mínima toalla, la espera, impaciente, eso es bien evidente….
Se acerca, le besa, la vuelve a besar, su lengua le invade, le acaricia la cabeza, con eso dice todo…
En un momento está desnuda en la ducha, con él, que está cansado de un duro día de trabajo en la obra, pero que una mirada suya, activa al momento.
Tiene masaje, ropa volando, pelos erizados, mordiscos y acción.
La levanta y la lleva a la cama, sin pensar, acción, posturas, giros y lametazos.
Arriba y abajo, sin pausa, deja de pensar, literalmente, no decide ni falta que hace.
Cuando escucha ese gemido, que él sólo expresa cuando ella he terminado, la abraza y sonríe, quiere más, lo sabe.
Ahora le toca.
Hoy no se cena! Ni falta que hace.

Dime… cual quieres ahora en tu vida?
Buena pregunta....

(La imagen de aquí)